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Pie de Página

Paint it orange (Tó lo naranja)

Paint it orange (Tó lo naranja) Pues nada, ya estoy de vuelta. Vaya puente.... variadito variadito como los juegos reunidos. He tenido desde celebración nacional (Queen’s Day) hasta fiesta de Pascua griega, pasando por convivencia con “Los Provolone” y cante jondo hasta las 4 de la mañana.

Os dejo abajo un enlace al álbum de fotos de estos 4 días, pero aún así os “resumiré” para que no os perdáis:

El viernes ya na más aterrizar, me dicen que directitos para Den Haag de juerguita. Pues venga, ya que estamos... si total, casi no dormí anoche, he estado en la oficina todo el día, en medio de un overbooking, y recorriendo todo Schipol para coger la maleta. Si hay que arrasar se arrasa, y hasta las 6 que estuvimos trabajando en ello. ¿Compañía? Pablo, Arnau, Dimitris, Georgios, Evi y Antonis. España vs Grecia a ver quién patea más cm cuadrados de la ciudad y aguanta más horas. Gana España. Vamos 1-0.

Y pa qué dormir, habiendo juerga en todas partes??? Pues nada, el sábado a Rotterdam a tantear el terreno, y a Amsterdam a conquistarlo. Aquí nos remitimos al título del post y a las fotitos. Toda la ciudad llena de gente, puestos por las calles (comida, recuerdos, todo tipo de productos naranjas), escenarios con música en directo en ciertos puntos, más música, pasacalles de brasileños con percusiones, mucha juerga, buen rollo, algún que otro desfasado, coñas, fotos, "mucha mucha policía", banderas, mil idiomas diferentes, barcas con fiesta a bordo, litros y litros y litros y litros de cerveza, buen tiempo, encontrar ¡por fin! a “los elfos”, terracita para descansar un poco, y todo ello en un marco como es la increíble ciudad de Amsterdam. Pintoresco, diferente, curioso, multitudinario, divertido, internacional, llamativo, animado... y agotador. Y cuando quieres meterte en la cama porque son las 2 de la mañana y llevas dos días sin dormir y con un ritmo frenético, y a tus dos compañeros de cuarto les da por ponerse a sacar en el piano “Lágrimas negras” y a cantar hasta las 4, piensas por qué no te traerías el hacha de Madrid escondido entre la toalla... Vuelve a marcar España. 2-0

Ni dios te levanta el domingo antes de las 11, pero hay que ponerse en pie porque hoy tenemos excursión a ver las florecillas del campo y luego fiesta con los griegos. Pues vale. Arriba, que total, ya dormirás el próximo finde, que para eso lo inventaron. La excursión resulta fallida porque hay un atasco de tres pares de holandeses, así que mejor que nos vamos a Delft que hay una barbacoa y mucho “dsipuro” esperándonos. Así llegamos a la fiesta de Pascua griega que ha organizado Dimitris en la terraza de su residencia, con un calor del infierno (ortodoxo, claro) pero con una gente maravillosa. Allí comemos recetas griegas, bailamos música y bailes griegos (qué punto!), hacemos amiguitos griegos, y probamos ese aguardiente casero griego de altísima graduación que está prohibido venderse en Grecia y que la gente prepara artesanalmente en su casa. En este caso el responsable de varias borracheras vino a ser el padre de Antonis. Y para concluir la tarde/noche, recogimos, fregamos (no os lo creeréis, pero fregando los platos tuve uno de los momentos más tiernos de la noche) y jugamos al futbolín como si se nos fuera la vida en ello. No os viciéis, niños, podéis acabar muy mal... Grecia marca su primer tanto. 2-1

El lunes, después de dormir (por fin!) algunas horas, me voy a Rotterdam a comprar algunas cosas, y luego a Delft a tomarme un cafelillo con Pablo y sus amigos (sí, griegos) Fue una de las mejores tardes que recuerdo en esa ciudad. Hacía un tiempo buenísimo, y después de haber llovido toda la mañana, la ciudad estaba preciosa, como salida de un cuento. Y la compañía, que siempre hace mucho, era inmejorable. Se nos hizo la noche paseando por los canales y tomando una cerveza. Ahora tocaba mudanza. Evi se nos cambiaba de casa, y había que ayudarla, así que allá vamos al rescate. Y después de una cena rápida, a despedirse. Los momentos que más odio, sobre todo cuando te piden que no te vayas, que pierdas el avión, que vuelvas cuanto antes. Hasta pronto Evi. Hasta pronto Natalia. De nuevo marca Grecia. Empate a 2.

Y el martes, el día temido. Hacer la maleta, recoger la casa, y al aeropuerto. No sé si sería un hechizo de mi amiga griega para que me quedara, pero casi pierdo el avión, casi sufro un infarto, y al final llego con una hora de retraso a Madrid, un poco ñoña pero feliz, y buscando fecha en el calendario para volver.

Fotos:
http://es.pg.photos.yahoo.com/ph/rocio_delacruz/my_photos

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