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Volvamos a la carga

Pues nada, éso, q el finde pasado volví a la carga. El viernes y sábado (día) fueron tranquis, en casa con los papis, que ya se alegraron de verme la melena. Por la noche empezó de nuevo el desconcierto. La cena con los de la UAX fue divertidísima. Al principio me daba un poco de miedo, porque me dejaron en el extremo de la mesa opuesto a mis amigas, y apenas conocía a la gente que me rodeaba, pero luego hubo muy buen rollo y nos lo pasamos genial. Hubo momentos delirantes en la mesa, como cuando Carlos se colgó los pendientes “bola discotequera años 70” de Lucía mientras Eva le ponía mis pincitas del pelo repartidas por todos sus rizos (incluidos los del pecho; no preguntéis), o el anuncio final a la hora del brindis con chupitos de las “noticias frescas” que llevábamos maquinando toda la noche en nuestro pequeño reducto del fondo sur. A la salida se fueron de juerga, y yo me incorporé a la “trouppe” en el Tatou, para encontrarme a MI David muy abrazadito al confidente secreto que me había mandado un mensaje avisándome precisamente de q una de mis rivales no se separaba de él (nota: llevaba mi camiseta, y estaba guapííísimo ;) Me lo pasé en grande, como siempre. En total, que llegué a las 5, de nuevo en mi línea! (Saluditos para Diana, q encima es del Atleti ;), para San, qué ilusión verte de nuevo (y ya van 2 veces q sales aquí), y para Inés, qué tía más maja...)

El domingo por la mañana estuvimos viendo una obra de teatro original, divertida, preciosa: “Romeo y Julieta contado para niños y niñas”. Me consta que a la mayoría nos gustó mucho, y creo q no me equivoco si digo que disfrutamos más que los niños que había invadiendo la sala. Yo me emocioné en algunos momentos (el de las marionetas, por ejemplo) y me reí a carcajadas en otros, sobre todo referencias y homenajes ("my horse, my horse, my kingdom for a horse", "bonitos versos, ojalá fueran míos", "me los ha escrito Lope de Vega", "beber el veneno, o no beberlo, ésa es la cuestión"). Una mañana deliciosa. Por la tarde me fui de “merienda” con mis amigas, nos repartieron los últimos Reyes, y nos reímos mucho. De allí me fui al Libertad a ver a Pablo (Ager, niños, no me se confundan). Estaba que me caía de sueño, pero me alegro muchísimo de haber ido, porque el concierto se salió. Cada vez que le escucho me gusta más este chico, y ya empiezo a ignorar las comparaciones de su música. Y su guitarrista, Alberto Miranda, es muy bueno, todo sea dicho. No alcanza al genio César Valencia, éso es imposible, pero le sigue los pasos. Charleta animada al final con Luis, Carlos, Diego... Y a dormir, que mañana empieza lo que ha resultado ser una semana infernal. Pero éso es otra historia (ay, por qué habré dicho éso... :( snif)

De nuevo, un gran fin de semana. Que siga la racha!!!

(Besos para todos y todas del asterisco que más os quiere)

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