Ahí va un "intensivo"
A las buenas tardes!
Vaya vaya, llevamos unos días sin escribir, eh? Pues nada, habrá que ir resumiendo que si no luego se junta todo...
Pues este fin de semana ha sido tranquilito. El viernes salí de la ofi como a las 20:15 y me puse a andar, para dar una vuelta y estirar las piernas, básicamente... Cuando me quise dar cuenta estaba en mi casa... Según me ha dicho el experto ;) son unos 10 km. Pues ni los noté, la verdad. Con una breve parada técnica a por agua y una chocolatina, y a seguir paseando con mi musiquita a cuestas. Y luego dicen algunos que no vivo cerca del centro!;P
El sábado hice poco, pero acabé cenando en "el fuerte" con 2 amigas, rememorando viejos tiempos con el libro de arte de COU, y pasando un rato agradable. El domingo ya paré menos. Ir “de reportera” al golf, echarnos unas risas, ir a ver a mi abuela, y por la tarde, merienda jocosa y delirante con mis amigas, que ya tocaba! Y volver a casa dando un paseo, claro...
Pero como mi finde es poco interesante para vosotros, pues os dejo con algo que sé que os gusta más, como es la sesión cuasi-diaria del
Diario del caminante: días 7 a 10
Sábado 17-martes 20 de junio: el sábado tuvimos una etapa muy dura. Venga arriba, abajo, arriba, abajo, izquierda derecha... un jaleo! Y encima llueve! Menos mal que el Bierzo es tan bonito... Uy, me pareció cruzarme con un cabritillo! ;) Pero al menos conseguimos llegar a Villafranca. Lástima que el albergue, aunque con mucha "solera", sea un poco cutrillo... esos baños, por dios!! El domingo salimos para Vega de Valcárcel. La tendinitis que amenaza mi supuesto pie sano molesta, pero no impide que hagamos la ruta a buen paso, y disfrutemos de este pueblo tan bonito. En la foto, al fondo, podéis ver (con lupa de Sherlock Holmes) unas ruinas preciosas en lo alto de la montaña. Por la noche, nos obsequian con una queimada que, junto con las sinfonías ronquiles de nuestros compañeros de cuarto, nos dejan a los emperadores y a mí unos momentos pre-sueño bastante surrealistas. Ah! Hoy hemos conocido a un tipo que se está haciendo todo el Camino con su perro, un precioso labrador negro. Con semejante entorno, empezamos a sentirnos como Heidi, con Niebla y todo... jaja. Pero ahora durmamos que la etapa de mañana se las trae...
Es lunes, y yo creí que lo de los lunes duros era sólo por tener que ir a trabajar. Pues no, un lunes en el que te toca hacer la subida a O Cebreiro también puede ser duro. Más que subirse al Crucero de Santo Torivio, sí. Aún así, llegamos pronto, pero con uno de los emperadores lesionado. Yo voy matao, pero bien. Nada que un buen desayuno no pueda solucionar! Mira que me gusta a mí este pueblo, eh? Me quiero quedar.... qué ilusión me hace dormir aquí. Pero mis compañeros deciden aprovechar el tiempo ganado y seguir andando. Qué hago??? Jo, qué hago??? Yo me quiero quedar. Pero podríamos avanzar y ganar etapas. Pero yo me quiero quedar... Vale, seguimos adelante (pero si yo me quiero quedar!!! por qué avanzo???) Así que con mi rabieta de niño de 26 años sigo hasta Hospital da Condesa, donde no hay nada. Bueno, mucho "sobrao" de la vida, pero poco más. En serio, hay tanto chuleta suelto por el campo, a sus anchas... En fin, que vamos a reesructurarnos el camino con ayuda de nuestro “contacto" de la CIA, el GPS madrileño.
Ya es martes, y como somos así de brutos, decidimos hacer la etapa más larga y llegar (bueno, mis cosas han llegado, pero yo no sé si me dejé el aliento en Triacastela o por algún punto intermedio) hasta Samos. Una etapa totalmente rompepiernas, oiga, venga a subir y bajar, como las persianas... ufff... Éso sí, puedo decir sin temor a equivocarme que es la etapa más bonita del Camino, una auténtica maravilla! Qué montaña! Y al llegar, nos recibe la preciosa abadía benedictina con sus 2 claustros (2!)
Pero mañana que nadie me venga con tonterías: me voy hasta Sarriá como estaba planeado, que no está mi tensor como para muchas machadas más. Bueno claro, que con esta nueva sintonía con la naturaleza que me ha entrado, a lo mejor me da por ir más lejos... Si el caso es marear...
En fin, espero haberlo resumido todo más o menos. Sé que no ha sido muy ameno, pero 4 días así del tirón, pues no dejan líneas para mucha floritura retórica.
Me voy a descansar, que falta me hace.
A las güenas noches, y hasta mañana.
1 comentario
Sara -
Mucha suerte en tu camino y pásalo muy bien.
Besos